Seguidores

martes, 24 de agosto de 2010

De Reading y otros viajes 2... París











En el año 2000, como colofón a una etapa mediocre, en la que los oscuros resaltaban sobre los claros en mi expediente académico, acabé mi titulación de la ESO yendo a Francia.
Francia, la de los grandes valles. Donde, según una creencia popular, empieza Europa, obviando a España. Ese gran país.
El viaje prometía: buena comida, sitios a los que ir, ciudades que visitar. Toda una experiencia. Pero las cosas no salieron, precisamente, como todos deseábamos.
Los primeros días de viaje, en la ciudad de Poitiers, de infausto recuerdo para los musulmanes, los hechos acaecidos no tienen importancia, puesto que todo salió perfecto. Recomiendo a todo el munod que, si puede, visite Futuroecope, un gran parque temático, totalmente diferente a los que pululan por la geografía europea, y más concretamente, la española.

Pero, digamos que París es, sencillamente, otra cosa. La vida se divisaba apagada en aquella ciudad luminosa y primaveral. Y solo el Louvre o Versalles, consiguieron saciar el hambre que nos mecía.
La comida, un asco. Sus habitantes, más preocupados de su estética que de saludarse con el vecino. El hotel, para que hablar. Nos cambiaron de habitación 2 veces, y nos dejaban sin sábanas, camas o almohadas de una noche a otra, encontrándonos las maletas en los pasillos al llegar, desùés de un día fatigoso.

Supongo, que mi experiencia en aquellos sitios, es sólo un punto dentro de las experiencias conjuntas de las personas que han visitado la ciudad. Pero creo, que si tuviera que volver a una de las capitales europeas de las que he estado, ésta no estaría entre las primeras.

Creo, que lo que me salvó del suicidio social, fue la imagen del cuadro, La libertad guiando al pueblo. Siempre he sentido un magnetismo hacia ese cuadro en particular. Y se queda como una imagen grabada en la memoria. las caras desencajadas de las personas del segundo plano, mientras que la libertad, con apariencia de mujer semidesnuda, y la bandera tricolor en la mano derecha, les ordena moverse, con una cara entre la impaciencia y la serenidad; la cordura y el nerviosismo... Sencillamente, perfecto.

lunes, 9 de agosto de 2010

De Reading y otros viajes 1








En Junio de 1999 comencé mi pequeño periplo de vivencias viajeras. Reading fue mi primera casa fuera de la propia, en la Citerior. Allí me acogió la familia Long, cuyo hijo pequeño, era mi compañero de intercambio.
Las vivencias y lo aprendido (sobre todo a no llevar demasiado equipaje), me sirvieron, tanto a nivel educacional como personal.
Los amaneceres en Reading son la expresión de todo lo bueno que tiene Inglaterra -aunque es verdad que no llovió en toda la estancia-. Campos de un verde especial, de ese que te dice, tírate y revuélcate, es gratis! Personas abiertas y simpáticas, que se portaron con este caprichoso aprendiz de algo. Todavía recuerdo recoger el bus que nos llevaba al instituto a las 7:36 am, exactamente...
Las mañanas en Londres, pateando Carnaby, Oxford st., o Picadilly (en busca de música de esa de la rara, como dice mi madre).
Todavía conservo los originales de Stephen Wolf, Sugar Ray y Jamiroquai que adquirí en la HMV, junto con entradas a Chesinton Park, y los pósters de Lennon o Kravitz. ¡Y los pantatoles! Cinco mil pesetas al cambio, oiga. Que luego en Murcia los encontrabas por el doble como poco.
Días felices de instituto, para contrarestar los días duros de pérdidas queridas. Buenos profesores y buenos compañeros con los que pasé una feliz estancia en una casa de las de película. De esas que vemos en las películas basadas en libros de Austen. Con pista de tenis (que no usé), con mesas y bancos para pic nic (que sí usé), pavos reales, música de INXS por las mañanas para desayunar...

Siguiente entrega, Francia

domingo, 8 de agosto de 2010

FRIKKADAS DE UN FIN DE SEMANA...



Viendo cosas por internet mientras que intentaba trabajar sobre Begastri (y escuchaba el disco de un grupo nuevo alemán llamado The Baseballs. que versiona a modo de rock vocal de los cincuenta, los éxitos pop de ahora)...me he topado con una cosilla curiosa, a la par que interesante y frikkaza:

¿Sabías qué...? La persona que pone la voz al personaje de Perseo en el juego "God of war" (al que nunca he jugado, por otra parte), es el actor que hacía de Perseo en la película de 1981 "Furia de titanes"...en fin.

Así es la vida de caprichosa