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domingo, 4 de diciembre de 2011

Nuestros amigos los iberos...

Buscando información para diferentes proyectos, me topo con una cuestión que surge de repente en el interior de mi cabeza: ¿tendrá algo que ver el monasterio de San Ginés con nuestros antepasados los iberos?


Sabemos por los datos arqueológicos que existe un gran complejo muy cercano a la zona que estamos estudiando: el conjunto ibérico de Los Nietos. Este está compuesto por las tres clásicas "figuras" culturales ibéricas: poblado, necrópolis y santuario. Tanto el poblado (casi todo cubierto por casas actualmente) como la necrópolis, han sido sobradamente estudiados por especialistas como Carlos García Cano, que realizó junto con otros arqueólogos, entre finales de los ochenta e inicios de los noventa, las excavaciones en dichas zonas (GARCÍA CANO, 1990, 1997). Otro estudio más pormenorizado de la necrópolis, en concreto de los ajuares que siempre, tratándose de iberos, nos dan gratas sorpresas, tenemos la amplia publicación de M. L. Cruz Pérez, en 1990. En dicha publicación se nos explica que hay varios tipos de enterramiento, entre los que destaca, también una inhumación. Caso raro tratándose de ésta cultura, pues se distingue, al igual que otras muchas, por el empleo de la cremación, que no la incineración. 
Tanto la necrópolis como el poblado de la Loma del Escorial, tienen un uso, desde el siglo V al II a.C. Precisamente es, al producirse la introducción del elemento cultural romano, cuando se abandona la zona. ¿Dónde se trasladaron? Es una pregunta que sigue abierta.


Sobre los iberos se ha escrito mucho en los últimos decenios. Desde las publicaciones de los años cuarenta y cincuenta, cuando la historiografía franquista los tenía por una cultura llegada de África, subsidiaria, y que no tenía nada que ver con los celtas del Norte, para ellos más evolucionados. Sin duda se trata de una bibliografía influida por los acontecimientos políticos de la época. Afortunadamente se ha avanzado mucho en este sentido, y actualmente, la amplitud de miras del investigador a la hora de enfrentarse al tema de la cultura ibérica, hace que tengamos mucha más información. Los estudios de J. Blánquez, S. Celestino, M. Ruiz Gálvez y otros muchos, han favorecido que la cultura ibérica pueda relacionarse económica y comercialmente con las culturas de más allá de la Meseta. La cultura de Campos de Urnas, Cogotas, y otras sociedades de la Edad del Bronce, tanto de la zona Este como la costera atlántica, se relacionaron de manera más que natural, con esa cultura surgida, tal vez, del bronce Argárico, junto con influencias fenicio-púnicas.  
Ejemplos de esa influencia, que siguen dando información hoy en día, son, por ejemplo, Cancho Roano, El Carambolo, Coimbra del Barranco Ancho, Archena, etc. Todo un sin fin de yacimientos, que nos ayudan, y mucho, a conocer a los grandes desconocidos de Occidente.

En concreto, hoy nos queríamos centrar en el hecho de la reutilización del espacio religioso por más de una cultura, que se puede constatar hasta nuestros días. Vamos a centrarnos en los ejemplos que tenemos en la Región de Murcia, por estar más cercanos al objeto de estudio. 
Podríamos coger los tres ejemplos más relevantes, para intentar explicar una transfiguración religiosa en la zona de San Ginés:

1. Santuario de la Virgen de la Esperanza (Calasparra). Situado sobre un santuario ibérico. Hoy en día se sigue rindiendo culto, e incluso se llevan exvotos, como en época ibérica.

2. Santuario de la Luz y Santuario de la Fuensanta (Murcia). Las excavaciones dieron a conocer, ya desde comienzos del siglo XX, el importante conjunto del Verdolay o Cabecico del Tesoro. En la actualidad Hay todo un complejo en esa fachada montañosa cercana a la ciudad de Murcia. La Basílica de Algezares, el Martyrium de la Alberca, el actual Monasterio de La Luz y la Iglesia de la Fuensanta, nos dan información sobre la importancia de la religiosidad en diferentes épocas.

3. Ermita de La Encarnación (Caravaca de la Cruz). En la carretera que une la zona caravaqueña con Andalucía, se sitúa esta ermita, erigida, en parte, sobre un templo romano, que a su vez se apoya sobre un santuario ibero. Además, la ermita se enmarca dentro del gran paraje arqueológico formado por yacimientos desde el Paleolítico Inferior (Cueva Negra); Edad del Bronce, Cultura Ibera (Los Villares y Los Villaricos), Época romana, etc.

Así pues, viendo estos claros ejemplos de transfiguración religiosa, solo nos queda preguntarnos si realmente esa fue la evolución de nuestro monasterio.
Obviamente, es sólo una conjetura e hipótesis de trabajo, que necesita mucha maduración.



Crátera griega procedente de Los Nietos, que se conserva en el MAMC
(fuente: Museo Arqueológico Municipal Enrique Escudero, Cartagena)


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